Niega haber tomado la decisión por las presiones de la dirección regional y continuará en política como senador. Elías Bendodo, único candidato a liderar a los populares
ANTONIO M. ROMERO
Se va. Joaquín Ramírez no optará por tercera vez a liderar el Partido Popular de Málaga. El presidente de los populares hizo ayer oficial su renuncia a presentar candidatura en el X Congreso Provincial que se celebrará los días 22 y 23 de noviembre. Con este anuncio se confirmaron las informaciones que a última hora del domingo apuntaban en esta dirección. En uno de los días más difíciles de su trayectoria política, Ramírez subrayó que la decisión ha sido sólo suya y que la adoptó tras meditar la necesidad de «abrir una nueva etapa» tanto en su vida personal como en la del partido, tras ocho años como máximo líder de los conservadores malagueños.
En una concurrida comparecencia pública, negó haber tomado esta decisión tras recibir recomendaciones y presiones de la dirección andaluza, como indicaron varias fuentes de la formación. «No soy persona que me deje presionar», afirmó Ramírez, quien añadió que «siempre, y ahora especialmente» ha contado con el apoyo de la cúpula regional. «Aunque siempre he preferido el apoyo de abajo al de arriba, ya que el cuantitativo significa democracia, persona a persona», agregó.
Ramírez, que seguirá de senador, había sostenido hasta ahora que se presentaría para revalidar el cargo, máxime tras los buenos resultados electorales de los pasados comicios generales y autonómicos. «Me voy en un momento dulce y con las ilusiones intactas», aseguró.
Golpe de timón
Esta decisión, fraguada en el fin de semana y que cogió por sorpresa a sus colaboradores más estrechos y a los dirigentes del partido, supone un golpe de timón en el PP malagueño y que el actual secretario general, Elías Bendodo, haya dado el paso adelante de aceptar el reto que le lanzó Ramírez para que se presente a la presidencia.
En un gesto simbólico, le entregó el dossier con las 1.650 firmas de militantes (sólo necesitaba 75, según los estatutos) que avalaban su presentación como candidato. Ramírez destacó que Bendodo representa «la continuidad, pese a su juventud» por lo que pidió a los militantes «un cheque en blanco de confianza para que le respalden»...
En una concurrida comparecencia pública, negó haber tomado esta decisión tras recibir recomendaciones y presiones de la dirección andaluza, como indicaron varias fuentes de la formación. «No soy persona que me deje presionar», afirmó Ramírez, quien añadió que «siempre, y ahora especialmente» ha contado con el apoyo de la cúpula regional. «Aunque siempre he preferido el apoyo de abajo al de arriba, ya que el cuantitativo significa democracia, persona a persona», agregó.
Ramírez, que seguirá de senador, había sostenido hasta ahora que se presentaría para revalidar el cargo, máxime tras los buenos resultados electorales de los pasados comicios generales y autonómicos. «Me voy en un momento dulce y con las ilusiones intactas», aseguró.
Golpe de timón
Esta decisión, fraguada en el fin de semana y que cogió por sorpresa a sus colaboradores más estrechos y a los dirigentes del partido, supone un golpe de timón en el PP malagueño y que el actual secretario general, Elías Bendodo, haya dado el paso adelante de aceptar el reto que le lanzó Ramírez para que se presente a la presidencia.
En un gesto simbólico, le entregó el dossier con las 1.650 firmas de militantes (sólo necesitaba 75, según los estatutos) que avalaban su presentación como candidato. Ramírez destacó que Bendodo representa «la continuidad, pese a su juventud» por lo que pidió a los militantes «un cheque en blanco de confianza para que le respalden»...
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